Nunca ha sido una gran amante del silencio. Le gusta el bullicio, los gritos, la música muy alta. Tampoco le agrada del todo la gente muy callada y no consigue parar de hablar.
Pero a veces, consigues dejarla sin palabras, que solo pueda dibujar una y otra sonrisa pero no decir cosas coherentes como acostumbra a hacer. Después, se da cuenta de que empieza a gustarle mucho el silencio, ese silencio contigo en el que puede mirarte sin decir nada.
Pero a veces, consigues dejarla sin palabras, que solo pueda dibujar una y otra sonrisa pero no decir cosas coherentes como acostumbra a hacer. Después, se da cuenta de que empieza a gustarle mucho el silencio, ese silencio contigo en el que puede mirarte sin decir nada.
A mi también me está empezando a gustar el silencio. (Más me vale, porque si no mal me iría xd)
ResponderEliminar¡Hala!, ¡has conseguido callar al petiso orejudo!.
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