miércoles, 13 de enero de 2010

c.o.l.o.r.e.s


Nunca ha sido una gran amante del silencio. Le gusta el bullicio, los gritos, la música muy alta. Tampoco le agrada del todo la gente muy callada y no consigue parar de hablar.
Pero a veces, consigues dejarla sin palabras, que solo pueda dibujar una y otra sonrisa pero no decir cosas coherentes como acostumbra a hacer. Después, se da cuenta de que empieza a gustarle mucho el silencio, ese silencio contigo en el que puede mirarte sin decir nada.

2 comentarios:

  1. A mi también me está empezando a gustar el silencio. (Más me vale, porque si no mal me iría xd)

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  2. ¡Hala!, ¡has conseguido callar al petiso orejudo!.

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