Se pasó pronto este 1999. Perdón, 2010.
No me gustaría hacer esto demasiado personal, pero bueno, es mi blog, que coño. Cuando hace casi justo un año, inauguré con vosotras éste que se despide, no pensé todo lo que podría pasar.
Podría perfectamente vender mi 2010 en fascículos, capítulos o vete a saber, hasta un trilogía. Desde las nubes del invierno, pasando por mi cueva, saliendo y terminando bien.
Bien es una palabra tan adecuada como otra cualquiera para describir este año, que me ha enseñado muchas cosas, a reír y a llorar, a querer y a odiar, a echar de menos y de más (no busco una rima fácil, pero me salió así).
Me alegro mucho de haber conocido a todas las personas que conocí. Algo menos de haber perdido a otras. Y más aún, de haber recuperado a alguien que no celebró el año nuevo conmigo.
También, que lo que más ilusión me ha hecho (a parte de viajar, comprar, salir, etecé) ha sido teneros. No me quiero poner sensiblera, pero pienso en el año que se despide, en estos 12 meses, en estos 365 días, y me acuerdo de los momentos con vosotras ( con vosotros también "ponferranos") y va, me pongo así como tierna.
Estoy orgullosa de que, a pesar de la distancia de Gijón a la capital, de los enfados, de los motes y de nuestro faltoseo vario, os siga teniendo.
Solo le pido al 2011 seguir teniendo unas amigas como vosotras: rubias que me acogen en su morada madrileña y vienen a la mía a comer canelones, pelicoloridas con las que hacer apuestas, Vicki Vicki Maru Maru con sus copas y cigarros, una Julia derecha, mi tarta Baronesa, las confesiones sexuales con Miriam y los conciertos y carretes con Ireno.
A lo mejor, es mucho pedir todo esto para 2011.
Para los demás, feliz año nuevo ♥