La mayoría de los días del año no tienen nada de especial, comienzan y acaban sin dejarnos recuerdos perdurables en la memoria. La mayoría de los días no tienen ningún impacto en el curso de una vida. El 23 de mayo, era miércoles.
Si Tom había aprendido algo, es que no se puede atribuir una importancia cósmica a un simple acontecimiento terrenal. CASUALIDAD, a eso se reduce todo, nada más que casualidad. Tom por fin había aprendido que no existían los milagros, que no existía el destino, que nada está predestinado. Lo sabia, ahora estaba seguro de ello. Tom estaba…bastante seguro.
me reafirmo en mi teoría de que los lunes dan puto asco.
Si Tom había aprendido algo, es que no se puede atribuir una importancia cósmica a un simple acontecimiento terrenal. CASUALIDAD, a eso se reduce todo, nada más que casualidad. Tom por fin había aprendido que no existían los milagros, que no existía el destino, que nada está predestinado. Lo sabia, ahora estaba seguro de ello. Tom estaba…bastante seguro.
La palabra casualidad hace tiempo que me da escalofríos.
ResponderEliminarMmm si el 23 era miércoles... ¡el 20 en domingo! Los domingos dan más asco que los lunes.